Philippe Rombi: el tímido elocuente

La obra de Philippe Rombi ha sido examinada en una charla en la que el compositor galo se ha confesado como un "hombre muy tímido que se sirve de su música para entablar relación con los demás"... Como demostró en su recital de anoche, Rombi es un enamorado del piano. "Es mi confesor, mi amigo, mi diario personal de cada noche". Más que tocar el piano, se diría que lo hace reír con caricias y cosquillas. Es así como este músico se enfrenta a los encargos de cine: desde la intimidad de un teclado.

Comentó su fructífera relación con el realizador François Ozon, partiendo de un ejemplo particular de no muy buen agüero : Swimming Pool (2003). "Compuse al piano y sobre el guión una serie de temas para la película que entregué a François. Al cabo de un tiempo me invitó a un pase privado y, para mi sorpresa, descubrí que mis partes de cada escena las había sustituido por demos, a excepción del tema final, que las dos protagonistas canturreaban en vez de respetar mis proyecciones instrumentales... Aprendí entonces a no orquestar nada que no sean temas ya dados por buenos partiendo del piano."

Su objetivo en cada película es dar con el rasgo distintivo (truc) del proyecto. "En una película convergen distintos artistas con distintas sensibilidades y también con distintos objetivos; el realizador puede tener una idea y el compositor de la banda sonora, otra." En Un homme et son chien (2008), el realizador Francis Huster encargó a Rombi una partitura grandilocuente, heroica, celebrando el retorno de Belmondo a la gran pantalla, "pero yo advertí que se trataba de una película intimista que requería un enfoque muy diferente y di riendas a mi propio instinto".

En el turno de intervenciones, se agradeció el compromiso de este compositor galo con un cierto estilo sublime de hacer músicas, temiendo que dicho compromiso pueda romperse cuando se vea tentado a musicar grandes producciones americanas. Rombi contestó que no está cerrado a musicar películas americanas, pero subrayó que su visión particular del truc deberá prevalecer como condición sine qua non.

Asume que los temas iniciales pueden sufrir variaciones en posproducción o montaje, "pero no el color músical ideado para aquella película desde el principio".